Chung Ling Soo fue el nombre artístico de William Ellsworth Robinson, un mago Estadounidense quien se volvió famoso por sus actuaciones a principios del siglo XX. Robinson decía ser un mago de origen Chino, sin embargo, era un Americano de ascendencia Europea que había tomado el personaje de un mago chino para sus actos.
Chung Ling Soo era conocido por sus habilidades para realizar el infame truco de atrapar una bala, donde se le dispara con una pistola para luego revelar que el mago ha atrapado la bala con sus dientes. Sí, con sus dientes.
Chung Ling Soo había presentado este efecto miles de veces sin ningún problema, pero en Marzo de 1918, durante una presentación en Londres, al momento de disparar el arma, luego del estruendo que hizo retumbar la sala, su público, quiénes creían estar frente a un artista oriental, escucharon por primera vez al ilusionista hablar en perfecto inglés y decir: “Algo salió mal”.
Durante la presentación, Chung Ling Soo recibió un disparo en el pecho con una bala de salva. Él colapsó sobre el escenario y fue llevado rápidamente al hospital, donde murió al día siguiente a causa de sus heridas.
El público pensaba que atrapar la bala era una habilidad genuina, pero luego se reveló que era una ilusión bien ensayada. La bala utilizada en el juego había funcionado de forma incorrecta, causando que la bala de salva fuese disparada con suficiente fuerza como para perforar el pecho de Chung Ling Soo.
La muerte de Chung Ling Soo conmocionó al mundo de la magia e inició una serie de cuestionamientos respecto a la seguridad de diversos actos de magia. También reveló lo lejos que estaban dispuestos a llegar los artistas para crear la ilusión de peligro en sus actos.
En conclusión, la muerte de Chung Ling Soo’s fue un trágico final para la carrera de un mago legendario. Mientras que sus presentaciones eran emocionantes y entretenidas, también expusieron los riesgos que los artistas toman para entretener a sus públicos. El legado de Chung Ling Soo vive, como vive su historia, que sigue fascinando tanto a magos como espectadores hasta el día de hoy.
Y tú, ¿Qué tan lejos estás dispuesto a llegar para entretener a tu público?
¿Qué tan lejos te gustaría que un artista llegue para entregarte un acto de alto nivel?